Era uno de los triunfos más vistosos del rock local en los últimos años. Era la primera vez de una banda chilena en uno de los escenarios más prestigiosos del planeta. Pero casi como una fatalidad de último minuto, esta semana se vino todo al piso: Los Bunkers debieron cancelar su presentación en el festival estadounidense de Coachella, uno de los mayores encuentros musicales del circuito y que partió ayer en Indio, California.
Los penquistas tenían pactado abrir mañana el escenario principal -el mismo por donde pasarán Duran Duran, The Strokes y Kanye West-, con un espectáculo de 35 minutos. Pero la lápida definitiva vino anoche, cuando la agrupación, junto a su staff, se vio forzado a no viajar hasta la cita.
¿Razones? Según un comunicado emitido por su oficina de representación en México, país donde residen desde 2008, el quinteto se vio empujado a tomar la decisión debido a problemas relacionados con el trámite de las visas de trabajo para Estados Unidos. Además, el documento recalca que se trata de circunstancias ajenas a los músicos.
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