Fueron más de 12 mil las personas que se dieron cita la noche del jueves en el Movistar Arena, casi todas mujeres, quienes acompañaron la puesta en escena de -A.J. McLean, Howie D, Brian Littrell y Nick Carter con gritos, cantos y hasta lágrimas, en un show de una hora y 40 minutos que partió con "Everybody".
Bastó que hicieran aparición para causar el delirio, el que creció de volumen cuando se lanzaron con las coreografías que acompañan sus conciertos, las que los lanzaron a la fama hace largos años.
Sus fieles seguidoras de antaño, quinceañeras y hasta niñas, disfrutaron a rabiar de un repertorio compuesto por hits y canciones de su disco "This is us" (2010).
En su tercer paso por Chile el cuarteto demostró que pese al paso de los años aún es capaz de seducir al público con canciones como "We've got it goin' on", "Quit playing games with my heart" y "As long as you love me", "Show me the meaning of being lonely", "All I have to give" y "She's a dream", además de "I'll never break your heart", cuya primera parte fue cantada en castellano.Daba lo mismo la edad, todas sus fans tenían como distintivo el porte de cintillos y una efusividad que la banda refrendó en su cuenta en Twitter al término del recital.
"Wow Chile ... ustedes son eufóricos. Amamos ver todas esas manos al aire", señalaron en la red social.
Y es que cada vez que desaparecían del escenario y volvían con nuevos atuendos como sudaderas, o bien trajes de corte futurista, gatillaban nueva histeria colectiva, la misma que se hizo sentir con "The one", "Bigger" y "Shape of my heart", y más aún cuando se proyectaron en pantalla grande parodias con uno de los Backstreets Boys como parte de filmes como "Rápido y furioso", "El club de la pelea" o Matrix".
El tomar una bandera chilena y lanzar un "Chi-chi-chi-le-le-le", animó más todavía al público, que una vez terminado el show seguía con ganas de cantar y aprovechaba cada cámara de televisión para sumarse en coro a la interpretación de los éxitos de la banda.
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